Como ya dije, nunca pienso en desconfiar, como los pájaros que se posan en mi ventana. Les pongo migas de pan, galletas, muchas veces me vienen a visitar por las mañanas piando, revoloteando buscando su regalo, por cierto, a las 6:41 horas y ya pian.
Continuaré así, ayudando a personas sin recursos, sin pretender que me agradezcan nada, con una sonrisa. Como dije el que engaña no merece mi atención, ni mi tiempo.
Mi hija de 8 años me lo aconsejó ayer noche...mi hija tiene un corazón muy grande y es muy sabia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario